Contenidos
3 chakras
La guía zen para entender…
Cuando se habla de la digestión en el yoga, nos referimos automáticamente a la energía del tercer chakra, el plexo solar, comúnmente conocido en el lenguaje del yoga como “Manipura”. Este chakra del estómago es el centro de la voluntad y el poder. Este chakra está conectado con el elemento fuego. Los chakras son centros de energía situados en la línea media del cuerpo (canal central). Hay 7 de ellos (8 en el Kundalini yoga) y controlan nuestras propiedades psicológicas y fisiológicas. Los chakras situados en la parte inferior de nuestro cuerpo son nuestro lado instintivo mientras que los situados en la parte superior representan nuestro lado mental. En un mundo ideal, todos nuestros chakras deberían contribuir al buen funcionamiento de nuestro ser, así como de todos nuestros sistemas. Sin embargo, no siempre es así. Ocurre que algunos chakras no están lo suficientemente abiertos (as-activos), pero para contrarrestarlo, otros chakras están hiperactivos. El estado ideal es aquel en el que los chakras están equilibrados.
Viajando a lo largo de nuestro camino energético, nos detenemos hoy en el plexo solar, el centro de la digestión. La ubicación del chakra del plexo solar es también el eje de la región central y es el área detrás y alrededor del ombligo. Los lugares físicos que corresponden a este chakra son el páncreas, el hígado, la vesícula biliar, el bazo y el sistema digestivo. Pero, ¿cómo funciona este chakra del estómago en la digestión? Su elemento es el fuego y, como tal, su energía se caracteriza por la transmutación y el calor durante el procesamiento de los alimentos que regenerarán todo el cuerpo. El fuego digestivo es una transformación psíquica de la energía esencial para reponer la energía decreciente de los dos primeros chakras.
La curación de los chakras
Los chakras son las siete ruedas de energía del cuerpo, que parten de la coronilla y descienden por el cuerpo hasta la base de la columna vertebral. Cuando giran correctamente, cada chakra permite que la energía fluya, pero si una de estas ruedas se bloquea, tu bienestar puede verse afectado. El tercer chakra, el manipura, o “chakra del ombligo” (también llamado “chakra del plexo solar”), actúa como centro de energía del cuerpo. Cuando está obstruido, es posible que te sientas impotente, estancado o con tendencia a la ira.
El tercer chakra, llamado manipura, está situado en el ombligo. “Manipura” significa “gema lustrosa de la ciudad”, y se asocia con el elemento natural fuego y está directamente relacionado con tu sentido del yo. Su color asociado es el amarillo, de ahí sus vínculos con el fuego y, más ampliamente, con el sol.
Piensa en este chakra como el centro de energía de tu cuerpo, dice Stephanie Snyder, profesora de yoga de San Francisco. Este centro de energía se asocia con la autoestima, el sentido del propósito, la identidad personal, la voluntad individual, la digestión y el metabolismo. Cuando la conciencia se mueve libremente en este centro, la energía transformadora te da poder.
Ver más
Los chakras (/ˈtʃʌk.rəz, ˈtʃæk-/ CHUK-rəz, CHAK-;[2] sánscrito: चक्र, romanizado: cakra, lit. ’rueda, círculo’; Pali: cakka) son varios puntos focales utilizados en una variedad de prácticas de meditación antiguas, denominadas colectivamente como Tantra, o las tradiciones esotéricas o internas del hinduismo[3][4][5].
El concepto se encuentra en las primeras tradiciones del hinduismo[6]. Las creencias difieren entre las religiones indias, ya que muchos textos budistas mencionan sistemáticamente cinco chakras, mientras que las fuentes hindúes ofrecen seis o siete. [Los primeros textos sánscritos hablan de ellos como visualizaciones meditativas que combinan flores y mantras y como entidades físicas en el cuerpo[7]. Dentro del kundalini yoga, las técnicas de ejercicios de respiración, visualizaciones, mudras, bandhas, kriyas y mantras se centran en la manipulación del flujo de energía sutil a través de los chakras[6][8].
El sistema de chakras occidental moderno surgió de múltiples fuentes, comenzando en la década de 1880, seguido por el libro de Sir John Woodroffe de 1919 The Serpent Power, y el libro de Charles W. Leadbeater de 1927 The Chakras, que introdujo los siete colores del arco iris para los chakras. Posteriormente se añadieron atributos psicológicos y de otro tipo, así como una amplia gama de supuestas correspondencias con otros sistemas como la alquimia, la astrología, las piedras preciosas, la homeopatía, la Cábala y el Tarot.
Cuántos chakras hay
Los chakras (/ˈtʃʌk.rəz, ˈtʃæk-/ CHUK-rəz, CHAK-;[2] sánscrito: चक्र, romanizado: cakra, lit. ’rueda, círculo’; Pali: cakka) son varios puntos focales utilizados en una variedad de prácticas de meditación antiguas, denominadas colectivamente como Tantra, o las tradiciones esotéricas o internas del hinduismo[3][4][5].
El concepto se encuentra en las primeras tradiciones del hinduismo[6]. Las creencias difieren entre las religiones indias, ya que muchos textos budistas mencionan sistemáticamente cinco chakras, mientras que las fuentes hindúes ofrecen seis o siete. [Los primeros textos sánscritos hablan de ellos como visualizaciones meditativas que combinan flores y mantras y como entidades físicas en el cuerpo[7]. Dentro del kundalini yoga, las técnicas de ejercicios de respiración, visualizaciones, mudras, bandhas, kriyas y mantras se centran en la manipulación del flujo de energía sutil a través de los chakras[6][8].
El sistema de chakras occidental moderno surgió de múltiples fuentes, comenzando en la década de 1880, seguido por el libro de Sir John Woodroffe de 1919 The Serpent Power, y el libro de Charles W. Leadbeater de 1927 The Chakras, que introdujo los siete colores del arco iris para los chakras. Posteriormente se añadieron atributos psicológicos y de otro tipo, así como una amplia gama de supuestas correspondencias con otros sistemas como la alquimia, la astrología, las piedras preciosas, la homeopatía, la Cábala y el Tarot.