Prana y apana

Prana y apana

Significado de prana y apana

La filosofía india describe el prana fluyendo en nadis (canales), aunque los detalles varían[23] El Brhadaranyaka Upanishad (2.I.19 ) menciona 72.000 nadis en el cuerpo humano, que salen del corazón, mientras que el Katha Upanishad (6.16) dice que 101 canales irradian desde el corazón[23] El Vinashikhatantra (140-146) explica el modelo más común, a saber, que los tres nadis más importantes son el Ida, a la izquierda, el Pingala, a la derecha, y el Sushumna, en el centro, que conecta el chakra de la base con el chakra de la coronilla, permitiendo que el prana fluya por todo el cuerpo sutil[23].
Cuando la mente se agita debido a nuestras interacciones con el mundo en general, el cuerpo físico también sigue su estela. Estas agitaciones provocan violentas fluctuaciones en el flujo de prana en los nadis[24].
Muchas técnicas de pranayama están diseñadas para limpiar los nadis, permitiendo un mayor movimiento del prana. Otras técnicas pueden utilizarse para detener la respiración para el samadhi o para llevar la conciencia a zonas específicas del cuerpo sutil o físico del practicante. En el budismo tibetano, se utiliza para generar calor interno en la práctica del tummo[26][27].

Prana apana mudra

La filosofía india describe el prana fluyendo en nadis (canales), aunque los detalles varían[23] El Brhadaranyaka Upanishad (2.I.19 ) menciona 72.000 nadis en el cuerpo humano, que salen del corazón, mientras que el Katha Upanishad (6.16) dice que 101 canales irradian desde el corazón[23] El Vinashikhatantra (140-146) explica el modelo más común, a saber, que los tres nadis más importantes son el Ida, a la izquierda, el Pingala, a la derecha, y el Sushumna, en el centro, que conecta el chakra de la base con el chakra de la coronilla, permitiendo que el prana fluya por todo el cuerpo sutil[23].
Cuando la mente se agita debido a nuestras interacciones con el mundo en general, el cuerpo físico también sigue su estela. Estas agitaciones provocan violentas fluctuaciones en el flujo de prana en los nadis[24].
Muchas técnicas de pranayama están diseñadas para limpiar los nadis, permitiendo un mayor movimiento del prana. Otras técnicas pueden utilizarse para detener la respiración para el samadhi o para llevar la conciencia a zonas específicas del cuerpo sutil o físico del practicante. En el budismo tibetano, se utiliza para generar calor interno en la práctica del tummo[26][27].

Prana y apana kundalini yoga

La filosofía india describe el prana fluyendo en nadis (canales), aunque los detalles varían[23] El Brhadaranyaka Upanishad (2.I.19 ) menciona 72.000 nadis en el cuerpo humano, que salen del corazón, mientras que el Katha Upanishad (6.16) dice que 101 canales irradian desde el corazón[23] El Vinashikhatantra (140-146) explica el modelo más común, a saber, que los tres nadis más importantes son el Ida, a la izquierda, el Pingala, a la derecha, y el Sushumna, en el centro, que conecta el chakra de la base con el chakra de la coronilla, permitiendo que el prana fluya por todo el cuerpo sutil[23].
Cuando la mente se agita debido a nuestras interacciones con el mundo en general, el cuerpo físico también sigue su estela. Estas agitaciones provocan violentas fluctuaciones en el flujo de prana en los nadis[24].
Muchas técnicas de pranayama están diseñadas para limpiar los nadis, permitiendo un mayor movimiento del prana. Otras técnicas pueden utilizarse para detener la respiración para el samadhi o para llevar la conciencia a zonas específicas del cuerpo sutil o físico del practicante. En el budismo tibetano, se utiliza para generar calor interno en la práctica del tummo[26][27].

Respiración prana y apana

La distracción, la sobreestimulación y la búsqueda de placeres sensoriales son habituales en nuestra sociedad conectada, pero a menudo desconectada, señala Cristie. Entonces, ¿cómo podemos llegar a un lugar de equilibrio y armonía, un estado que se conoce en el yoga y el ayurveda como “sattva”? Los antiguos yoguis comprendieron que nuestra energía puede llevarnos al mundo o a lo más profundo de nosotros mismos. Estas energías, llamadas prana y apana, pueden influir en la forma en que experimentamos la vida a todos los niveles.
El prana es la energía que se mueve hacia arriba y hacia adentro, la energía que nos lleva a nuestra fuente. Cuanto más alto sea el prana, más encerrados estaremos en nuestro mundo interior. Apana, por otro lado, es la energía que se mueve hacia fuera, la energía que nos lleva al mundo, el combustible que nos impulsa en nuestra vida.
Estas fuerzas energéticas -prana y apana- nos arrastran en direcciones opuestas y a menudo compiten entre sí por nuestra atención. Demasiado hacia afuera puede agotarnos; demasiado hacia adentro puede desconectarnos de las realidades de nuestras responsabilidades diarias. Equilibrar estas energías es lo que necesitamos como practicantes contemporáneos que compaginan nuestras necesidades mundanas con nuestros aspectos introspectivos.