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Relacion terapeutica
Beneficios de la relación terapéutica
La relación terapéutica es la conexión y la relación desarrollada entre el terapeuta y el cliente a lo largo del tiempo. Sin la relación terapéutica, no puede haber una terapia efectiva o significativa. Esto se aplica a todas las formas de asesoramiento y psicoterapia, e independientemente de la orientación teórica de su terapeuta o consejero, la relación desarrollada entre ustedes se considerará de gran importancia.
Un vínculo fuerte es crucial para el éxito del asesoramiento y la psicoterapia. Puede ser especialmente valioso para los clientes que hayan tenido dificultades para establecer relaciones en el pasado, y para aquellos que hayan experimentado acontecimientos traumáticos en sus primeros años, lo que les ha llevado a tener dificultades para establecer relaciones en la edad adulta. La terapia permite a los clientes la oportunidad de explorar sus apegos, vínculos y experiencias relacionales a través de la relación con su terapeuta, por lo que esta relación es tan importante.
La relación terapéutica es única en el sentido de que para muchos clientes puede ser una de las primeras veces que han establecido una conexión íntima con otra persona, en la que se les ha permitido escuchar, comprender y valorar sus sentimientos, pensamientos o ideas, y en la que no han tenido que autocensurarse.
Factores que afectan a la relación terapéutica
Hoy en día, la alianza terapéutica se considera en la mayoría de las formas de asesoramiento y psicoterapia como una de las principales herramientas para lograr un cambio positivo en la vida de los clientes. La capacidad de desarrollar una buena relación terapéutica con los clientes se enfoca en la formación como una habilidad profesional esencial.
Basta con pensar en cualquier relación, como las que se establecen entre familiares, amigos o colegas. Si confías en los demás, puedes ser realmente tú mismo a su lado, y tiendes a aprender y crecer más a su lado, ya que estás relajado. Todo esto es, por supuesto, útil en la sala de terapia.
Sin embargo, muchos de los que acuden a la terapia no confían ni se sienten cómodos con los demás, ni siquiera con sus familiares y amigos. Venimos de una educación en la que no tuvimos la oportunidad de que nos quisieran por ser nosotros mismos o de confiar en los demás. de ahí que acabemos necesitando apoyo en primer lugar.
Y por eso la relación terapéutica no sólo puede ser valiosa, sino que puede ser la parte más poderosa de la terapia: ofrece la oportunidad de experimentar por fin lo que es una relación sana. Por primera vez, puedes dejar de lado la máscara y los juegos y sentirte seguro siendo quien eres, y aprender cómo se siente una relación auténtica y de confianza.
La relación terapéutica en salud mental
La relación terapéutica se refiere a la relación entre un profesional sanitario y un cliente o paciente. Es el medio por el que un terapeuta y un cliente esperan comprometerse mutuamente y efectuar un cambio beneficioso en el cliente.
En el psicoanálisis se ha teorizado que la relación terapéutica consta de tres partes: la alianza de trabajo, la transferencia/contratransferencia y la relación real[1][2][3] Se han reunido pruebas sobre la contribución única de cada componente al resultado, así como pruebas sobre la interacción entre los componentes[4] A diferencia de una relación social, la relación terapéutica se centra en las necesidades y objetivos del cliente[5].
La alianza terapéutica, o la alianza de trabajo, puede definirse como la unión del lado razonable del cliente con el lado de trabajo o de análisis del terapeuta[6] Bordin[7] conceptualizó la alianza de trabajo como compuesta por tres partes: tareas, objetivos y vínculo. Las tareas son lo que el terapeuta y el cliente acuerdan que hay que hacer para alcanzar los objetivos del cliente. Los objetivos son lo que el cliente espera obtener de la terapia, basándose en sus preocupaciones actuales. El vínculo se forma a partir de la confianza en que las tareas acercarán al cliente a sus objetivos.
La confianza en la relación terapéutica
La relación terapéutica se refiere a la relación entre un profesional sanitario y un cliente o paciente. Es el medio por el que un terapeuta y un cliente esperan comprometerse mutuamente y efectuar un cambio beneficioso en el cliente.
En el psicoanálisis se ha teorizado que la relación terapéutica consta de tres partes: la alianza de trabajo, la transferencia/contratransferencia y la relación real[1][2][3] Se han reunido pruebas sobre la contribución única de cada componente al resultado, así como pruebas sobre la interacción entre los componentes[4] A diferencia de una relación social, la relación terapéutica se centra en las necesidades y objetivos del cliente[5].
La alianza terapéutica, o la alianza de trabajo, puede definirse como la unión del lado razonable del cliente con el lado de trabajo o de análisis del terapeuta[6] Bordin[7] conceptualizó la alianza de trabajo como compuesta por tres partes: tareas, objetivos y vínculo. Las tareas son lo que el terapeuta y el cliente acuerdan que hay que hacer para alcanzar los objetivos del cliente. Los objetivos son lo que el cliente espera obtener de la terapia, basándose en sus preocupaciones actuales. El vínculo se forma a partir de la confianza en que las tareas acercarán al cliente a sus objetivos.