Sistema vagal

Sistema vagal

El nervio vago y la ansiedad

El nervio vago es el superpoder del cuerpo y se utiliza para contrarrestar el sistema de lucha/huida. Así es como se desarrolla una respuesta saludable al estrés y se vuelve resiliente. Cuando se estimula, te sientes más tranquilo, más compasivo y más claro. Estimular el vago beneficia a tu sistema nervioso autónomo y a tu salud mental. Un tono vagal saludable significa regulación emocional, mayor conexión y mejor salud física también. Eres más resistente y capaz de superar traumas y problemas. Un tono vagal sano significa que es más probable que tengas éxito en la vida. ¿Qué es el nervio vago?
El nervio vago es el nervio craneal más largo del cuerpo. Viene de la palabra latina, vagus, que significa “errante”. Eso es porque vaga por todo el cuerpo, con una amplia distribución que conecta el tronco cerebral con el cuerpo. Sólo los mamíferos tienen este nervio. Contribuye a la respuesta del sistema inmunitario y a la inflamación ante las enfermedades. Tiene cuatro funciones principales: sensorial, sensorial especial, motor y parasimpático. Tiene las partes dorsal y ventral a sí mismo. La dorsal es la parte posterior y la ventral está en la parte anterior. Durante la neurocepción, ambas partes pueden activarse al analizar las señales del entorno de seguridad o peligro. Las señales de seguridad activan la parte ventral, y las de peligro, la dorsal. Hay tres estados del ser: movilización, inmovilización o compromiso social en respuesta a su entorno. Un nervio vagal sano te lleva a responder con atención.

El nervio vago y la digestión

El nervio vago, históricamente citado como nervio neumogástrico, es el décimo nervio craneal o CN X, y se relaciona con el control parasimpático del corazón, los pulmones y el tracto digestivo. En realidad consta de dos nervios -el nervio vago izquierdo y el derecho-, pero normalmente se les denomina colectivamente en singular. El vago es el nervio más largo del sistema nervioso autónomo en el cuerpo humano y comprende fibras sensoriales y motoras. Las fibras sensoriales se originan en las neuronas del ganglio nodoso, mientras que las fibras motoras proceden de las neuronas del núcleo motor dorsal del vago y del núcleo ambiguo[1].
Al salir de la médula oblonga, entre la oliva y el pedúnculo cerebeloso inferior, el nervio vago se extiende a través del agujero yugular, luego pasa a la vaina carotídea entre la arteria carótida interna y la vena yugular interna hasta el cuello, el tórax y el abdomen, donde contribuye a la inervación de las vísceras, llegando hasta el colon. Además de dar salida a varios órganos, el nervio vago comprende entre el 80% y el 90% de los nervios aferentes que transmiten, en su mayoría, información sensorial sobre el estado de los órganos del cuerpo al sistema nervioso central[2].

Restablecimiento del nervio vago

Imaginar la química del cerebro puede ser algo así como imaginar un huracán. Aunque podemos imaginar el mal tiempo, es difícil imaginar el cambio de ese tiempo. Pero la teoría polivagal de Stephen Porges ofrece a los consejeros una imagen útil del sistema nervioso que puede guiarnos en nuestros esfuerzos por ayudar a los clientes.
La teoría polivagal de Porges se desarrolló a partir de sus experimentos con el nervio vago. El nervio vago sirve al sistema nervioso parasimpático, que es el aspecto calmante de nuestra mecánica del sistema nervioso. La parte parasimpática del sistema nervioso autónomo equilibra la parte activa simpática, pero de forma mucho más matizada de lo que entendíamos antes de la teoría polivagal.
Antes de la teoría polivagal, nuestro sistema nervioso se imaginaba como un sistema antagónico de dos partes, en el que una mayor activación indicaba menos calma y una mayor calma indicaba menos activación. La teoría polivagal identifica un tercer tipo de respuesta del sistema nervioso que Porges denomina sistema de compromiso social, una mezcla lúdica de activación y calma que opera a partir de una influencia nerviosa única.

Estimulación del nervio vago en casa

El nervio vago se llama así porque “vaga” como un vagabundo, enviando fibras sensoriales desde el tronco cerebral hasta los órganos viscerales. El nervio vago, el más largo de los nervios craneales, controla el centro nervioso interno, el sistema nervioso parasimpático. Y supervisa una amplia gama de funciones cruciales, comunicando impulsos motores y sensoriales a todos los órganos del cuerpo. Investigaciones recientes han revelado que también puede ser el eslabón perdido para el tratamiento de la inflamación crónica, y el comienzo de un nuevo y emocionante campo de tratamiento para enfermedades graves e incurables. He aquí nueve datos sobre este poderoso haz de nervios.
Una cierta cantidad de inflamación después de una lesión o enfermedad es normal. Pero su exceso está relacionado con muchas enfermedades y dolencias, desde la sepsis hasta la artritis reumatoide. El nervio vago maneja una amplia red de fibras situadas como espías alrededor de todos los órganos. Cuando recibe una señal de inflamación incipiente -la presencia de citoquinas o de una sustancia llamada factor de necrosis tumoral (TNF)- alerta al cerebro y extrae neurotransmisores antiinflamatorios que regulan la respuesta inmunitaria del organismo.