Tercer ojo chakra

Tercer ojo chakra

Nombre del chakra del tercer ojo

Yogi Cameron ha ayudado a miles de personas a aprovechar su lado espiritual, habiendo estudiado Medicina Ayurvédica y Yoga desde 2003. Se certificó en Yoga en el Instituto de Yoga Integral en la ciudad de Nueva York, así como en el Sri Satchidananda Ashram, y estudió Medicina Ayurvédica en Arsha Vidya Peetam en el sur de la India y se formó en la Academia Internacional de Ayurveda en Pune, India. Ha aparecido en ELLE, The New York Times, Wall Street Journal y The London Times, y ha aparecido en The Ellen DeGeneres Show y The Today Show, entre otros.
Los siete chakras son los principales centros energéticos del cuerpo. El sexto chakra, también llamado Ajna o chakra del tercer ojo, está relacionado con nuestra capacidad de concentrarnos y ver el panorama general. Una vez que se abre el chakra del tercer ojo, resulta más fácil conectar con el momento presente en lugar de vivir en el pasado o en el futuro. Este chakra, extremadamente espiritual, está relacionado con la intuición, las habilidades psíquicas y el conocimiento superior. Aquí tienes una guía rápida para principiantes sobre este chakra:

El tercer ojo de aries

Durante las últimas semanas, hemos estado analizando las distintas piedras del mundo. Su historia, los beneficios que ofrecen y los poderes que se cree que tiene cada una. Muchos se han referido al “Chakra del Tercer Ojo” en cuanto a cómo están conectados y cómo se relacionan.    Pero, ¿sabemos realmente qué es el “Chakra del Tercer Ojo”?    Veamos para que tengamos una mejor comprensión de las piedras de las que ya hemos hablado y del resto de esta serie.
El centro de nuestra energía se conoce como Chakra, las aberturas por las que fluye la energía dentro y fuera del aura que tenemos. Su función es reforzar nuestro cuerpo físicamente lo que nos permite desarrollar nuestra autoconciencia. Están asociados a nuestras interacciones emocionales, mentales y físicas.
Los chakras se han representado como un embudo que tiene embudos más pequeños dentro de él. Su aspecto se asemeja a una flor de loto. Algunos ven que los chakras individuales son como las aspas de un ventilador o de un molino de viento que se mueven de forma circular.
Si el chakra fuera un ventilador o un molino de viento, tendría siete aspas, cada una de ellas de un color diferente y cada una con una función diferente, un propósito diferente.    Esas siete aspas representan lo siguiente dentro de la energía del cuerpo humano:

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El tercer ojo (también llamado ojo de la mente u ojo interior) es un concepto místico y esotérico de un ojo invisible especulativo, normalmente representado como situado en la frente, que proporciona una percepción más allá de la vista ordinaria[1].
En las tradiciones espirituales de la India, el tercer ojo se refiere al chakra ajna (o del entrecejo)[2] El tercer ojo se refiere a la puerta que conduce a los reinos y espacios interiores de la conciencia superior. En la espiritualidad, el tercer ojo suele simbolizar un estado de iluminación. El tercer ojo se asocia a menudo con las visiones religiosas, la clarividencia, la capacidad de observar los chakras y las auras,[3] la precognición y las experiencias extracorporales. Las personas que se dice que tienen la capacidad de utilizar su tercer ojo se conocen a veces como videntes. En el hinduismo y el budismo, se dice que el tercer ojo está situado en el centro de la frente, ligeramente por encima de la unión de las cejas, y que representa la iluminación que se alcanza a través de la meditación[4][5] Los hindúes también colocan una “tilaka” entre las cejas como representación del tercer ojo,[6] que también se ve en las expresiones de Shiva[4] Los budistas consideran el tercer ojo como el “ojo de la conciencia”, que representa el punto de vista desde el que se alcanza la iluminación más allá de la vista física[4].

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El Bhramari pranayama puede practicarse en cualquier momento, aunque las mañanas tempranas son las más beneficiosas. Lo mismo ocurre con todo el yoga. Las dos horas anteriores al amanecer son especialmente sáttvicas y despiertan la sensibilidad psíquica. También es útil practicar la respiración de abeja antes de la meditación, ya que lleva la conciencia hacia el interior.Bhramari pranayama también puede utilizarse como antídoto contra la ansiedad y los dolores de cabeza.
Con el tiempo, aumenta el número de rondas y alarga gradualmente la práctica completa hasta los 10-15 minutos.La siguiente etapa es incorporar la retención de la respiración interna, o antar kumbhaka. Inhala, retiene la respiración durante un par de segundos y luego exhala con un zumbido lento. Esta retención interna ayuda a mejorar la concentración.
El Bhramari es uno de los ejercicios de pranayama más fáciles de enseñar. No obstante, hay que tener cuidado con estos errores comunes: Si el mudra shanmukhi (con los dedos apoyados en la cara) resulta demasiado claustrofóbico para el alumno, puede simplemente cerrar las orejas con los dedos índices: